Al hablar del término Niño Rata nos estamos metiendo con un concepto distintivo de un
Lo real es que muchos errores de la humanidad en vida individuos diagnosticados con el Síndrome de la rata joven (o puberta, o prematura...) nunca llegan a aceptarlo, sino años después de haber dejado de presentar los síntomas endémicos y más drásticos.
Mordida:
"Suelen ser rápidas pero muy precisas, inyectando neurotoxinas con objetivo de llegar a tu sistema endocrino y hacerte hablar tanta mierda que el ano va a sentirse celoso"
Rasputín Filipino a la la vista.
1969-2016.
CARACTERÍSTICAS DE UN NIÑO RATA:
- Viven.
- Respiran.
- Caminan.
- Visten normal con suerte.
- Degluten y excretan (suelen practicar la excreción a través de los dedos o vociferando sonidos no muy diferentes a pedos entre dientes y lengua).
- Por lo general se hacen fotografías en solitario (lo más usual, ya que son marginales) o en grupo, en las que tienden a hacer gestos y actos
terroristasheroicos como es ilustrado en la imagen de la izquierda. También son adeptos en el milenario arte de hacerelridículoPhotoshop tercermundista. - Tienen enemigos en todas partes y son adláteres de la mafia, el Gobierno y capos. Si bien tienen muchos enemigos la mayoría desaparece
viendo que pueden morir súbitamente de aburrimiento y rabiasiendo arrestados por fuerzas federales, o bien,se fueron a comprar un heladotienen miedo y profundo respeto hacia Sus Majestades. - Se vuelven más erráticos y progresivamente deficientes de razón, altruismo, calidad humana y espontaneidad fructífera... ¡Oh! No, así nos pasa a todos... Mi error.
POSIBLE ORIGEN DEL PRIMER NIÑO RATA
Si bien es sabido que muy pocos tienen en cuenta la incógnita "¿De dónde salieron los niños rata?", yo poseo en mente una muy factible teoría que incluso posee más sentido que las explicaciones clichés. Se remonta hace mucho tiempo, a inicios de la Guerra Fría...
Se encontraban conversando en el parque, ese que está a la esquina del 4° gúlag siberiano, Stalin y el Profesor Utonio...
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El Profesor estaba algo subido de derivaciones del ébola aires, se acerca y le pregunta a su homólogo rojo:
—Oie kbashero... me gujtan lo' pé...ndulos. Zon tan sjaksjkakjhkfgkasdj. Ya se me pasó la embolia. ¿Quieres experimentar con los prisioneros políticos o los extranjeros?
—Con los extranjeros— respondió Stalin muy entusiasmado, recordando el cargamento de norcoreanos fugitivos que capturaron el año pasado —Apartaremos a los niños más feos y experimentaremos con ellos.
El Prof. Utonio y Stalin se fueron brincoleando y tarareando el himno soviético mientras se tomaban de las manitas. Al llegar a la sección de introducciones anales (sí, había una), se dio cuenta Stalin de que tenía entre las nalgas algo que le molestaba desde hace una semana. Así que, ni corto ni perezoso, se baja la minifalda, y mientras se acomodaba su intimidad dio con una tira carnosa. La haló y, en efecto, tenía ahí la rata que se comió viva la semana antepasada como penitencia por haber perdido en la petanca... aunque luego mató a los demás jugadores.
El pobre animalito ni siquiera tenía su bello pelaje, olía a popó del bueno y tenía cara no muy distante a la de mi ex suegra cuando supo que soy menor de edad. El
dictador beligerante excelentísimo líder, al apreciar cosa tan deforme y cochina, pero bella y aún cochina ante sus constelados ojos (la nariz no era tan comunista por lo que sé), supo lo que debía hacer.
Procedió casi que ceremoniosamente a mandar a buscar a todos los niños norcoreanos antes mencionados. Hubo un problema al diferenciar al más feo: todos eran iguales... Finalmente Stalin, luego de fumar un par de pulgares, se decidió por el que oliera peor. Esta vez sí ganó uno, el primer chico, ya que desafortunadamente acababa de cagar.
—Abre las nalgas, hijo— pronuncia el hombre en tono autoritario pero tan sutil como cualquier pedófilo de buena intención —Vas a recibir el don que se me estuvo revolviendo entre los bellos públicos del culo.
—¿Kalaota ké?— gime el indefenso, tetón y sumamente estúpido pobre diablillo. A lo que Stalin entra en cólera (tenía la monstruación, seamos comprensivos con el pobre) y manda a dos guardias del C.C.C.P. (CéCéCéPé para los desentendidos) a que le hablen linda y mansamente mientras le introducen una toallita húmeda en el trasero (insisto, olía peor que Gollum en una orgía coprófaga, no precisamente heterosexual).
Ya habiendo sido eliminado el mal olor fueron ejecutados los guardias por ser mejores limpiando traseros que Stalin, y como sabemos bien, nadie es más que otro en el Pueblo Comunista Perfecto. El Prof. introduce el pobre animal entre las posaderas del pobre animal (véase el sarcasmo). Luego de unos meses de diarreas, infecciones, crecimiento inexplicado de tumores y sangrado ocular... Nope, esa es otra enfermedad... hum. Ando bobo hoy.
Salió de su capullo un gusano rastrero, que llegó hasta las alcantarillas y, copulando con los aborígenes y minorías étnicas encerradas en las alcantarillas de los pueblos, nacieron los niños-rata modernos, capaces de contagiar a otro su condición y liberarse del síndrome en plan Venom pasando de cuerpos.
"Muchos dicen que los alienígenas, reptilianos o illuminatis caminan entre nosotros. Yo me río de ellos y palidizo ante la inminente invasión a escala global que cada vez es mayor... de ratas..."
LIDIAR DE FORMA SAGAZ Y EFICIENTE CONTRA UN NIÑO RATA:
El Manual Definitivo.
Si queremos evitar, contrarrestar, dar una lección o provocar a un espécimen, hay que tener en cuenta que:
- Se irritan extremada, fácilmente.
- Son hipócritas hasta el borde de la locura.
- Es extraño que paren de desquitarse con lo primero que se les atraviesa, así sea un edificio, un juego o tu familia.
- Muchos tienen capacidad del raciocinio baja o nula. Preferirán hacer en clase una lista con
el camper que lo mató ayer, el VIP que le roba los diamantes...las víctimas que caerán bajo su poder de gaymer antes de darse cuenta que la profesora les ve con el cuaderno de notas a mano. - Son fáciles de vacilar con sarcasmo, ironía o insultos intelectuales menores.
- Generalmente son envidiosos empedernidos y en vez de avanzar en sus metas personales tratarán de arruinar las de otros.
- No te creas eso del ejército internetero en total contra tuya. Incluso los "mejores amigos" del dichoso niño rata lo insultan de lo lindo cuando no te das cuenta.
- No tienen amigos reales.
- Usualmente son poco atractivos, fofos
oy nulos sociales. - Ven pornografía a diario pero difamarán a cualquier otro que haga lo mismo.
- No saben lo que es la confianza, los secretos y la valía.
- No suelen dar la cara y se escudarán detrás de otros cuando una
idiotez magníficaidea genial les salga mal. Si dan la cara son muy valientes, o en su defecto, tontos. - Por nada del mundo van a evitar la más mínima oportunidad para sacar a flote toda la bosta que tienen en la cabeza en forma de frases insultivas, rebuscadas en la red y que no dejan de repetir.
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| Obviamente, este amiguito confirma que la novena afirmación es un mito. Él creció y... ¿has visto al Demonio de Tazmania? Fue su doble para cuando hacía el tornado y se daba madrazos. La cara se le corrigió. Murió a los dos días. |
MIS EXPERIENCIAS PRIMITIVAS CON UN NIÑO RATA
Considero inteligente a quien me diga antes de llegar a este punto, me refiero a haber leído todo lo que tengo que decir alusivo al tema, que, efectivamente; TODOS hemos sido niños rata. Sin embargo yo contradigo esto, puesto que yo jamás me puse a gritar por juegos, a desesperarme por la pantalla de carga ni a cometer abusos psicológicos, verbales y físicos a un objeto inanimado como lo es una consola videojugabilística. A parte de las primeras características, no concordaba (ni concuerdo) con predilectos estatutos. Aunque niego ser niño rata... ¡Dios, perdóname(?)!
Ciertamente no fue muy agradable mi primer, primitivo, contacto con esta subespecie de los niños de hoy en día. Aquí va un resumen resumido resumidamente. Valga la redundancia, sabiendo cuánto me tomo en detalles.
Ramy, el minero racista, homófobo y xenófobo
Era una hermosa mañana en cualquier servidorsillo. Todos se insultaban, grieffeaban y robaban entre sí como buenos jugadores.
Todo estaba en perfecta armonía en el nuevo castillo que construíamos arduamente un par de amigos de etnia mezo-andina y yo... pero la Nación del Fuego atacó.
Aparecieron niños rata por los aires, atentando ferozmente contra nuestras vidas. Sólo éramos un constructor (yo) y un chico con lag, así que tuvimos que mudarnos de hogar, teniendo encima los insultos de un niño rata en particular, llamado AwesomeRishi, quien prefería que sólo le llamasen Ramy.
Ramy hacía gala de un conocimiento del vocabulario castellano tan enorme como sus nueces genitales de puberto. Admito que me había tomado por sorpresa el repentino sangrado de ojos, pero mis amigos me dijeron que no era nada grave, sino normal al estar en frente de un espécimen puro y su brillante vocabulario. Tanto que me derretía las pupilas.
Siempre que volvíamos a buscar nuestras cosas venía el vil asesino a mentarle hasta los ancestros a mi otro pobre amigo, mientras procedía a insertar su espada de diamante entre sus entrañas... una y otra, y otra, y otra vez.
Un día, Ramy descubrió mi cuenta de Facebook y procedió a ingresarme en un chat grupal, repleto de todo un ejército de cercanos a su persona. Todo era una tormenta de arena. A parte de que también estaban mis otros dos amigos, a quienes fusilaban a faz de insultos racistas y separatistas de raza, ya que son de color. Al inicio eran atormentadores, pero antes que salir, decidí quedarme a observar cómo insultaban repentinamente a mi opositor por escapársele una frase que insulta a su propio país. Fue aquí cuando empecé a tomar nota del comportamiento tan variopinto de los especímenes.
Fragmento de la conversación:
—le rompi la vase a a este cwliao
—olle k bien y cuando es k cumplis anios vos?
—el 19 de abrill pendeja zudaca
—magwevo te kallas la voca o te rebiento a valado
—olle si jodé a ese weon culiao
Así es que empezaba a comprender el comportamiento, cada vez más errático y predecible, del grupo en cuestión.
Posteriormente le dije gordo a Ramy, luego de cerciorarme de sus imágenes de la cuenta (sí, es tan bobo que tiene fotos suyas en una cuenta en la que se adjudica el "honor" de ser rata, ajá), a lo que soy reprendido bajo la etiqueta de racista... ¡¿Racista?!
Ni siquiera sabían lo que es una neurona.
Ellos mismos subían pornografía al chat grupal. Si alguien como yo si quiera hablaba del tema bordeándolo sutilmente, era de nuevo reprendido, pero bajo la etiqueta de sucio pajero.
Luego de unas horas de aburrimiento fetal en el ludo de Hades, decidí egresar del grupo de chat y bloquearlos a todos quienes estaban ahí. Los esbirros tenían todos cuentas secundarias por las que me ingresaron al chat otra vez. Así que antes de bloquearlos a todos de nuevo, me dediqué a pensar en una forma creativa e inteligente de joderles: buscar entre sus perfiles a sus padres e información personal.
De séis niños, a cinco les conseguí al menos un representante legal. De séis niños, a tres les conseguí el nombre real y dirección... ah, y número telefónico (lo tuve en cuenta para trolleos futuros por What's App, obviamente). Hice un mensaje en cadena y lo envié a cada una de esas personas (los representantes de los chicos).
Éxito rotundo. Logré que casi todos los padres vieran la conversación y no ha vuelto ni a Minecraft, ni al Facebook ninguno de esos desechos humanos. En mi sincera y personal opinión, es esto lo que Hitler debió intentar purgar. Acciones como ésta si son en pro de la Humanidad. Aunque hasta cierto grado no dejan de ser muy divertidos, ja.
Moraleja
Un niño rata equivale a una prostituta.
Si te la follas bien, vuelve por más. Si te la follas mal, te dice hacker.
¡¿Qué?! ¡Es obvio! >:´^[
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